La pasada temporada, Hamilton llegó a Brasil con la misma ventaja, siete puntos, con el segundo clasificado, en aquel caso con Raikkonen. El finlandés terminó alzándose con el Título Mundial merced al nerviosismo y la presión del piloto británico, quien se salió de la pista en los primeros compases de la prueba y además pulsó el botón de limitación de velocidad.
El descontrol que sufrió Hamilton, en sus ansias por adelantar a Fernando Alonso, para devolverle la pasada que le había hecho nada mas al salir terminaron por borrarle su sueño.
Este año Hamilton no ha tenido rival en su compañero de equipo, el finlandés Heikki Kovalainen, que nunca ha estado en condiciones de ponerle las cosas difíciles, por motivos que el nórdico no se llega a explicar.
Mclaren ha escarmentado con el regalo del título de Campeón del Mundo al Cavallino Rampante la pasada campaña, merced al convulso clima de crispación que se vivía dentro de su propia casa. Esta vez quieren romper el vidrio.
Ron Dennis, director de McLaren, ya ha declarado que no le importa el doblete de Ferrari. Sin duda alguna tampoco les importa que Fernando Alonso, el piloto que más puntos ha conseguido en las últimas siete carreras, sea tercero, porque el cuarto y quinto puesto les sigue valiendo para el título