
Tres victorias y dos podios, coronados por un histórico liderato del Mundial. El punto más alto de sus ocho años de carrera en la Fórmula 1. Cara a cara con el mítico Ayrton Senna. Y es que ningún brasileño lideraba la clasificación desde que la leyenda brasileña lo hiciera en el Gran Premio de Mónaco de 1993. Desde entonces, quince años de sequía. Ni Cristiano da Matta, Ricardo Zonta, Antonio Pizzonia, Nelsinho Piquet ni, sobre todo, Rubens Barrichello han sido capaces de llegar a la cima.
"Aún estamos en la mitad del campeonato y hay muchas carreras por delante. Tenemos que seguir sumando puntos, aunque no sea posible lograr victorias", aseguraba con una incesante sonrisa. "Ha sido fantástico. No me lo esperaba. A veces hace falta un poco de suerte y hoy la fortuna me ha sonreído". Esa suerte a veces necesaria para lograr la corona. La irregularidad de Felipe Massa, su gran defecto en los últimos años, ha dejado de ser un problema y eso puede desembocar en una batalla interna con Kimi Raikkonen para alcanzar la corona. Ferrari, acostumbrado a gestionar estas situaciones, no parece nervioso. Es más, Domenicalli se frota las manos pensando en culminar en lo más alto el año de su debut. Para eso, aún restan diez combates más.